PEREGRINAS DE MONTAÑA

Desde 2016 buscando nuevos caminos…

De Canto Cochino al PUENTE de los POLLOS

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22 octubre 2019

El padrino, el Yeti y Maribel

Ruta atípica, entre semana. Este martes, con riesgo de lluvia, nos tomamos el día libre para acercarnos a la Pedriza a disfrutar de otra ruta. Circular y con una distancia aproximada de unos 9 – 10 kms, la ruta comienza en el aparcamiento pedricero de Canto Cochino, que encontramos absolutamente vacío a las 8h de la mañana.

Tomamos la pista asfaltada que sale desde el parking, dejando a nuestra izquierda los chiringuitos hasta el puente de madera que cruza el río Manzanares.

Al otro lado del puente y ante la entrada de la Casa de Oficios, tomamos el camino a la izquierda que salva una corta pendiente con el suelo enlosado. Se desemboca en un claro del bosque. Enfrente hay carteles indican las rutas principales que se inician en este punto.

Nosotros tomamos el sendero a mano izquierda señalizado con las marcas blancas y amarillas del Pequeño Recorrido que discurre por el Circo de La Pedriza.

El camino, ancho y al principio sin apenas desnivel, discurre por el interior de un pinar y cruza varios arroyos que bajan de la derecha.

Siguiendo la senda marcada, vamos encontrando paisaje rocoso y ganando pendiente y altura con varios zigzagues.

Sin perder de vista las mencionadas marcas blancas y amarillas llegamos finalmente al collado Cabrón (1.303 m.)

El collado es una pequeña explanada, conjunto de rocas, pinos, arbustos y confluencia de caminos. Del origen de su nombre se afirma que fueron los pastores los encargados de bautizar este collado, como consecuencia de un lance entre cabras montesas. Cinco senderos coinciden aquí.  Nosotros continuamos nuestra ruta atravesando el collado para tomar el camino que sale a la izquierda, la senda Icona.

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Según avanzamos por este cómodo sendero el paisaje se embellece aún más,  porque van apareciendo a nuestra derecha varios miradores de rocas con diversas formas que crean un marco de belleza natural impresionante con espectaculares vistas.

Desde los miradores podemos observar la Cueva de la Mora, que desde aquí es apenas un pequeño punto oscuro detrás del Padrino. (Incluimos también la foto con aumento).

El Tolmo, solitario en el fondo del valle.

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También divisamos Las Torres

El Pájaro y la Muela se localizan fácilmente.

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El camino comienza a estrecharse y aumenta su pendiente. Después de un rato, llegamos a una bifurcación y tomamos la senda de la derecha, que desemboca en el bosque conocido como Los Llanillos, un espacio inmenso y espeso de pino repoblado. Un mar de pinos mutilados se abre ante nuestra vista, sin duda, un paisaje de cuento de hadas.

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Por aquí el sendero lo han delimitado en ambos extremos con troncos talados procedentes de la poda de los propios pinos, simulando una calzada. Así llegamos a una nueva bifurcación en medio del bosque, que cogemos a la izquierda. Continuamos siguiendo los pequeños hitos que nos encontramos en el camino para no despistarnos.

Al poco, llegamos a un resalte que hay que superar, marcado con un hito y que no presenta ninguna dificultad.

puente pollos

Seguimos avanzando y enseguida vemos una pequeña cueva o covacha, donde el Yeti se para a investigar. En este punto, y muy cerca ya de llegar al Puente de los Pollos, el cielo amenaza con descargar agua y el Padrino decide que es más prudente dar la vuelta y volver en otra ocasión.

Así que desandamos el camino hasta desembocar de nuevo en la bifurcación del bosque de Los Llanillos, tomando ahora el sendero de la izquierda hasta llegar a la famosa encrucijada conocida como Cuatro Caminos, convenientemente señalizada con cuatro grandes hitos de piedra. Optamos por el ramal de la derecha y en breve volvemos a ver las marcas blancas y amarillas señalizando el sendero.

En la bajada seguimos disfrutando de magníficas vistas, incluso con el cielo nublado.

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Según descendemos alcanzamos a nuestra izquierda con la vista el puentecillo que lleva al Refugio Giner. Decidimos cruzarlo para desembocar en prado Peluca, a los pies del refugio, donde tomamos (como alternativa a la concurrida Autopista), un estrecho senderito a la derecha, que baja paralelo al arroyo de la Majadilla.

Tras nosotros, el Refugio Giner.

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Y a nuestra derecha, el senderito nos regala bonitas vistas de las pozas y saltos de agua que forma el arroyo en su bajada.

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Sin terminar el descenso, la amenaza de lluvia se cumple!! Menos mal que nos quedaba muy poco hasta el aparcamiento de Canto Cochino, donde dejamos aparcado el coche.

Hasta la próxima!!

 

 

 

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